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LA FORMACIÓN REAL DEL HOMBRE: UNA RELECTURA DE LA EDUCACIÓN GRIEGA DESDE WERNER JAEGER Y EL ECCE HOMO CRISTIANO
- 15 de noviembre de 2022
- Publicado por: Martín Bello
- Categoría: Blog Culmen
Por Mtro. Juan Carlos Hernández [1]
La educación y sus definiciones es un tema bastante en boga en los tiempos presentes. El tema comenzó a ser bastante debatido desde que Rousseau publicara su Emilio y en las últimas décadas ha tomado aún mayor relevancia tanto en los círculos académicos como en el ideario popular. Sin embargo, dada la complejidad del tema y la relevancia, no solo en cada vida que se educa sino como también el futuro de la humanidad, la educación es un término que no puede definirse a la ligera. Aun así, considero que un gran pensador alemán de fines del S.XIX e inicios del XX da una visión muy acertada de dicho proceso.
Jaeger es una institución en los estudios de la Grecia clásica, su obra enciclopédica abarca desde la heleade primitiva hasta la época de oro de Alejandro Magno. Su obra culmen es la famosísima Paideia un monumento al espíritu griego de cada etapa. Es justamente en esta obra donde el Filólogo alemán hace una bellísima síntesis de la importancia de la educación en el mundo griego clásico. Jaeger nos dice que para los antiguos helenos la educación consistía en la enseñanza de la theoria , la ideas abstractas y la tecne, la práctica de habilidades, dando así un excelente “comportamiento externo y en su postura interna”[2] . Por lo que puede decirse que para los griegos era fundamental la educación de habilidades practicas tal como la educación lo hace ahora y podría decirse que es su eje primordial, pero también la vida interior abstracta y universal. Para los griegos la educación miraba a integralidad del hombre. Para los griegos la educación era su fundamento. De hecho, el mismo Jaeger explica que la educación era la base de toda su cultura. Las artes, la poesía, las leyes y la filosofía todas estas artes tenían su base en la importancia de la educación. Ahora bien, los helenos no buscaban solo enseñar por enseñar ellos buscaban enseñar el areté que en español podría traducirse como la nobleza, la excelencia o a virtud.
Para los griegos esta areté era la esencia de la educación pues no basta con saber hacer sino hacerlo bien y mejor que los demás. Pues la educación está vinculada con “el areté y el honor”[3]. La educación para los griegos en un segundo término es también un humanismo. Este humanismo se refiere a que el hombre sepa encajar de forma genuina con “la verdadera forma del hombre” en pocas palabras los griegos, según Jaeguer, amaban tanto la educación ya que solo así el hombre llega a ser verdaderamente hombre. Esta noción de “forma del hombre” está muy vinculada al pensamiento que llegara a ser el platonismo, ya que se piensa que existe una idea pura y verdadera del hombre. Una idea o forma universal y que nosotros los hombres concretos debemos aprender a ser parecidos a esa imagen verdadera de hombre. Por ello el hombre en la visión griega es una visión antropoplastica[4] ya que al hombre concreto, a este muchacho con nombre y rostro, se le debe de formar según la Forma. El hombre es dado en su singularidad y personalidad pero de ahí debe ser Bildung , educado en alemán que puede ser también traducido como construir y que se parece mucho al vocablo ingles building, pues desde esta individualidad cada persona necesita ser formada o educada para parecer más verdaderamente Hombre.
Ahora bien, la formación o educación ciertamente es una tarea que implica la asimilación de técnicas y saberes teóricos sin embargo lo griegos no tenían un dato fundamental en su ecuación y es que el fundamento de esta educación debe ser el amor, el servicio y la entrega. Las técnicas y las teorías son ciertamente muy importantes en el proceso formativo, pero todo esto queda hueco o sin un fin trascendente si no se mira el ¿Por qué de la educación? Los griegos ciertamente no eras cumplidores de la ley por la ley, de hecho, su gran aporte a lo jurídico fue el preguntarse el porqué de las leyes un metaderecho en su pregunta por el fundamento de estas. Pero con respecto a la educación parece que el planteamiento de su ¿Por qué? Y ¿para qué? Quedo algo corto. La respuesta vino de la cultura cristiana y fundamentalmente en el pasaje de herencia griega joanina del Ecce Homo[5]. Pilato, un romano con bastante formación griega por lo que los Evangelios dejan ver[6], acierta en su propuesta aunque ni el mismo la perciba. Presenta a aquel Cristo humillado y triturado como el hombre “este es el Hombre Ecce homo”. Aquella forma verdadera del hombre que mira como fin la educación griega es presentada, pues la verdadera forma de hombre se halla en aquel que sirve, que ama hasta el extremo que pone todas sus virtudes, aprendizajes y habilidades al servicio de los demás. Ese es el fin de la educación y esa es la verdadera forma del hombre.
[1] Docente de humanidades y formación católica y formador de la Academia
[2] Jaeguer, W, Paideia, FCE, 2000(1934), P.11-30
[3] Jaeguer, W, Paideia, FCE, 2000(1934), P.11-30
[4] Jaeguer, W, Paideia, FCE, 2000(1934), P.11-30
[5] Jn 19-15
[6] Jn 19 preguntando incluso por el ser de la verdad.